Me encanta el sistema democrático existente; me encanta la igualdad de oportunidades para todos; y me encantaría que Abba dejara de forrarse con las re-ediciones anuales de sus Greatests Hits, levantaran los brazos, gesto digno de la más absoluta incredulidad, y golpearan con furia la mesa de mezclas que les suministra el eterno Jack Pot. Quién sabe si se aliniarían de nuevo los sie7es...
Desgraciadamente el Festival de Eurovisión nunca jamás me interesó y nunca jamás me interesará en un futuro muy lejano. Sin embargo, a partir de ya!, justo ahora despierto de un sueño nítido que rasco con 5 céntimos de euro, y vislumbro la victoria del que se sabe ganador de algo de lo que tan sólo ha participado. No necesito ganar la próxima edición de Eurovisión 2009 (porque a esta reconozco que voy tarde), ni la 2010, ni la 11... Participar en ellas ya me sabe a dulce victoria. Gracias por endulzarnos las bocas y engrandecer la labor del especialista en ortodoncias, que sin entrar en la Seguridad Social, no necesita de sie7es, sólo necesita de infecciones bucales que le abastezcan los años próximos a esta 1a edición de la democratización del Festival. Sí, MiEspacio, sí...
Qué concursante de Gran Hermano quiere ganar GH? Qué mejor que salir el primero de la casa para promocionarse fuera de ella y empezar una carrera meteórica de tiempo finito? Qué concursante de Eurovisión quiere ganar Eurovisión? Qué mejor publicidad que aparecer en la lista de participantes de MySpace con el nombre de "La Pajarraca" y lanzar, mediante el tan de moda marketing viral, la próxima aventura electrónica del Sónar 2008?
El Sónar, Andreu Buenafuente con su chikichiki, y todos los demás de la lista exprimen (algunos con más acierto, pericia y, por supuesto, medios) la gallina de los huevos de oro que ya no cacarea: "sa-samplea". Pero la carrera del que se inicia en la abundancia del género no encuentra fin hasta que el suelo deja de ser un obstáculo para la gravedad. Y la gravedad aprieta en todo momento. Y el suelo termina. Siempre. Y se asoma al precipicio, y mira hacia abajo como la Música misma.
Miro yo mi reloj de agujas, antiguo, con el que podría retroceder en el tiempo. Quizá lo haga más tarde y descubra el secreto de Abba. Las manivelas restan inmóviles cuando las miro fijamente.
<Inicio>
<Internet Explorer>
<http://www.myspace.com/eurovision2008>
<Esperando a http://www.myspace.com/eurovision2008>
<Listo>
<"¡Salvemos Eurovisión!">
El tiempo transcurre con demasiada lentitud como para darme cuenta de lo que puedo llegar a aburrirme. Borbotones de insípido quehacer desbordado. Un hormigueo retumba en mi estructura auricular. Tímpano entumecido. Equilibrio perdido. Caída libre vertical. "¡Salvemos la Música!" diría yo. Eurovisión, como Pamela Anderson, sólo necesita de un buen flotador para no hundirse en el despropósito de la profundidad apneica...
Me encanta el sistema democrático existente; me encanta la igualdad de oportunidades para todos; y me encantaría que Eurovisión se abanicara con menos fuerza pero con más acierto, dosificando y filtrando las ráfagas, economizando esfuerzos, premiando la calidad del soplo, y no la cantidad en desmesura que no hace más que perderse en la inmensidad de lo etéreo.
Una "pajarraca" la tiene cualquiera. Veremos como termina. Espero y deseo no volver a invocar el espíritu de Abba en próximas ediciones. No sería lo mejor para Eurovisión. No sería lo mejor para la Música.